Evolución de la Deforestación en los Bosques Nativos del Paraguay

Según las informaciones encontradas en la web, institutos forestales, organizaciones, etc. no se registran datos de hace 200 años sobre la deforestación en nuestro país, solamente desde hace aproximadamente 60 o 70 años.
La deforestación en el Paraguay tuvo sus épocas altas y bajas, es decir, que en momentos fue mayor y en otros menor. En la actualidad está más controlada que en años anteriores aunque desde hace varios años es imparable. El 90% de los bosques fue arrasado por diversos motivos: ampliar la superficie agrícola, sembrar pasturas para el ganado, o a causa del tráfico ilegal de madera virgen. La  mano del hombre, una vez más, actúa en deterioro del medio ambiente
Paraguay tiene protegidas unas 6.066.207 hectáreas de tierra (15% de la superficie nacional), distribuidas en 60 áreas que son cuidadas por 46 guarda parques. El valor de estas áreas es de 48 millones de dólares. La inversión estatal anual es de de 250.000 dólares, lo que representa una inversión de 16 centavos de dólar por hectárea. Vale mencionar sin embargo que el 78% de los recursos para áreas protegidas del Paraguay provienen de la cooperación internacional.
Lo positivo es que en las últimas tres décadas esta superficie protegida pasó de cubrir 2% de la superficie nacional, a cubrir 15% de la misma. Y lo negativo sin embargo es que la inversión se mantuvo igual. El gobierno invierte 0,0003% del PIB en el mantenimiento de ese 15% de su territorio.
El Censo Agropecuario Nacional, realizado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) entre julio de 2007 y junio de 2008, muestra datos distintos a los presentados por las organizaciones no gubernamentales. Indica que el Paraguay tiene 9.107.867 hectáreas de montes o bosques. El 75% de ellos está en la Región Occidental (Chaco), y el 25% en la Oriental.
Esto significa que en esta última hay unos 2 millones 231 mil hectáreas de bosques, en tanto que la otra Occidental tiene 6 millones 875 mil.


Zonas más afectadas
Ø Chaco Paraguayo:
El ecosistema del Chaco es particularmente frágil. En parte tiene un terreno sub-húmedo a semiárido, es menos húmedo hacia el oeste  y con más índices de lluvias hacia el litoral del río Paraguay. También, tenemos diferentes tipos de suelos que cumplen un papel fundamental para la mantención de los bosques. Tiene un suelo arcilloso, diferente al de la región Oriental y donde están los mejores suelos donde es más o menos el noreste del litoral del río Paraguay existen bosques transicionales, los fantásticos bosques de transición donde se tiene también una mayor biodiversidad. Así como los médanos y los cerrados propios del Chaco.
Entre los principales problemas que ocasiona la deforestación del Chaco Paraguayo se tiene el problema biofísico, de las características del territorio en sí, lo que significa la alta erosión; la pérdida de biodiversidad, prácticamente la última que queda en todo el país.
Actualmente se deforestan  al mes 30 mil hectáreas de bosque. Lo cual es posible recuperar, el asunto es el tiempo que requiere un proceso biológico bastante lento.
Existen varias especies en peligro de extinción a causa de la deforestación en la región: el palo santo sobre todo, ya que es muy particular, una especie de lento crecimiento, es una de las maderas más gruesas y cotizadas del mundo, entonces crecer a un diámetro considerable, lleva mucho tiempo.
Ø Bosque Atlántico del Alto Paraná:
Abarca casi toda la Región Oriental del Paraguay; es considerado uno de los 200 lugares más importantes del planeta por su riqueza  natural. En este lugar se encuentra el Acuífero Guaraní, una de las reservas  de agua dulce más valiosas del mundo. Originalmente, el BAAPA tenía una superficie de 9 millones de hectáreas de bosques, que en las últimas décadas  se redujeron aproximadamente a sólo 1.3 millones de hectáreas.
Además, muchos de estos bosques quedaron separados y aislados entre sí, formando diferentes bloques fragmentados, sin
 conexión entre ellos, comprometiendo así la supervivencia de numerosas especies de fauna y flora. Es por ello que es urgente conectar los diferentes bosques por medio de corredores biológicos.
ü  Corredores biológicos
Son áreas potenciales para unir un remanente de bosque con otro, conectando de esta forma las especies animales y vegetales. Mediante estos corredores, se evitarían problemas genéticos, lo que ocurre generalmente cuando individuos de una misma especie cruzan sus genes con sus parientes directos.  De esta forma, los bosques conservan toda su biodiversidad.
Inicialmente el Bosque Atlántico del Alto Paraná contaba aproximadamente con 9 millones de hectáreas de bosque.  Este maravilloso ecosistema sufrió durante años una despiadada e irracional deforestación, que ubicaba a nuestro país como el mayor deforestado América y el segundo en el mundo.
Las tasas anuales de deforestación alcanzaron cifras aproximadas de 130 a 140 mil hectáreas de bosques.
Gracias al trabajo de toda la sociedad y a la Ley de Deforestación Cero, esto se pudo parar, bajando drástica y beneficiosamente a tasas de 6.000 a 10.000 hectáreas anuales. Pero el daño ya está hecho y hoy sólo quedan aprox. 1.300.000 hectáreas de las 9 millones originarias, con el agravante de que esa superficie no está toda en un solo bloque, sino en diferentes bloques aislados entre sí, lo cual no le permite cumplir su misión de bosque.
Es por eso que es vital recomponer o reconstruir en parte este valioso lugar, reforestando y uniendo bloques de bosques entre sí, para que las especies vegetales y animales puedan utilizarlos como corredores biológicos.
Problemas ambientales ocasionados por la deforestación
v  Incidencia sobre el calentamiento global: La destrucción de los bosques supone la pérdida del renovador de aire más importante del planeta. En los bosques los productores primarios toman el CO2 liberando O2 y mediante la fotosíntesis convierten el CO2 en materia orgánica que posteriormente se incorpora a la cadena trófica, es decir, los bosques son los principales productores de materia orgánica en las superficies continentales y han contribuido al mantenimiento del nivel de CO2 en la atmósfera controlando así la acción del efecto invernadero. Por ello la pérdida de los grandes bosques hace que el efecto invernadero se manifieste de forma más acusada.
v  Por otro lado cuando se destruye un bosque para su conversión en superficie agrícola, el cultivo suele producir gran cantidad de metano de tal forma que estamos sustituyendo una cobertura vegetal que regulaba el incremento del efecto invernadero por otra que los favorece.
v  Al mismo tiempo, otra parte de la superficie que se deforesta se convierte en territorios de pastoreo, en muchos casos de rumiantes, los cuales generan también grandes cantidades de metano.
v  Incremento de plagas: La baja salud de los bosques producida por la actividad humana beneficia a los fitoparásitos e insectos que se alimentan en estos bosques. Así se produce una mayor degradación del bosque. Además este problema influye a su vez en el incremento del efecto invernadero. El aumento de los insectos, como las termitas, supone un incremento en las emisiones de metano que estos insectos producen.
v  Desertización e incidencia sobre el clima: Cada año el hombre produce artificialmente 38.000 Km2 de nuevo desierto, producido principalmente por la destrucción de la vegetación existente en esos territorios.
v  El talado de árboles supone al mismo tiempo la pérdida del suelo puesto que si la tierra pierde su cobertura vegetal es más susceptible de ser erosionada por la lluvia. Cuando las precipitaciones son importantes el agua arrastra la tierra junto con los pocos nutrientes que en ella se hubieran depositado, y por lo tanto hace más difícil que nuevas plantas colonicen esta tierra. Tras un cierto tiempo este círculo vicioso provoca que lo que antes fuera una superficie productiva, se convierta en terreno baldío.
v  La tala de árboles supone que el agua que transpira la vegetación disminuye, por lo que el régimen fluvial disminuye llegándose en muchos casos a transformar el antiguo bosque en desierto.
v  Destrucción del ozono: La deforestación puede incidir en la destrucción de la capa de ozono puesto que el corte limpio de la madera favorece la producción de óxido nitroso por parte de una serie de microorganismos, al mismo tiempo que las elevadísimas temperaturas que se alcanzan en la combustión de madera produce la reacción de N y O formando óxido nitroso el cual afecta al ozono, y reaccionado en la atmósfera combinándose con el agua puede producir la precipitación de lluvia ácida.

1 comentario:

  1. Les comparto mi poema . . .

    BOSQUE . . . JAS

    “Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”

    Los árboles sufren de pie,
    por sus raíces, asidas a la fe,
    enferman, lloran, fenecen,
    tan cruel suerte no merecen.

    El más humilde follaje
    es víctima del ultraje,
    ¿quién resarcirá su orgullo,
    quién les dará tierno arrullo?

    Soy el alma de los bosques
    que, por culpa de unos torpes,
    “vegetan” con flora inerte
    o han encontrado la muerte.

    Soy la entraña de los montes,
    de colinas, horizontes,
    que han quedado desolados,
    por algunos desalmados.

    Soy la esencia de natura,
    víctima de la incultura,
    de intereses de unos cuantos,
    por los que sufro de espantos.

    Florestas de oyamel y pino,
    ¿porqué tan brutal destino?,
    son taladas, son quemadas,
    en lugar de ser amadas.

    Robles, caobas maderas,
    tropicales arboledas,
    de la vida son las vetas,
    hay que imponer serias vedas.

    Contingencias ambientales,
    algunas monumentales,
    destruyen su ecosistema,
    por imperio, por sistema.

    ¡A impedir que eso suceda,
    que su grandeza no muera!,
    son los pulmones del orbe,
    oxígeno que se absorbe.

    Soy la conciencia de todos
    los seres humanos probos
    que, a toda ciencia y paciencia,
    cuidarán de la existencia.

    De las frondas, de su fauna,
    dejando atrás todo trauma,
    remediando el ecocidio,
    la sociedad en concilio.

    Soy principio de justicia
    que, a los pueblos, acaricia,
    soy la condena del mundo
    que clama, en lo más profundo:

    “Talamontes infelices,
    que no siguen directrices,
    incendiarios despiadados
    que, del diablo, son aliados.

    Dejen en paz nuestros bosques,
    ya somos sus guardabosques,
    ¡muy pronto tendremos fiesta,
    nuestro amor los reforesta!”

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
    Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
    A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada en un 90% (noventa por ciento), debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.

    ResponderEliminar